jueves, 27 de marzo de 2014

La Filocalia de la oración de Jesús (1)

Adecuando la oración al ritmo respiratorio, el espíritu se calma, 
encuentra el «reposo» (hesychia, en griego; de ahí el nombre
de «hesicasmo» dado a esta corriente espiritual de la oración). 
El espíritu se libera de la agitación del mundo exterior, abandona 
la multiplicidad y la dispersión, se purifica del movimiento desordenado 
de los pensamientos, de las imágenes, de las representaciones, 
de las ideas. Se interioriza y se unifica al mismo tiempo que ora con 
el cuerpo y se encarna. En la profundidad del corazón, el espíritu y el 
cuerpo reencuentran su unidad original, el ser humano recobra su «simplicidad».

   -La Filocalia de la oración de Jesús
 

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