martes, 24 de agosto de 2010

Suelto el resentimiento

Las palabras o acciones de otra
persona no tienen poder
para herirme.
 
“Los sentimientos heridos nos brindan
una buena ilustración de cómo nos
autosugestionamos. Alguien habla o hace
algo que resientes, entonces dices, ‘Él hirió mis
sentimientos’. Realmente, él no te hirió en absoluto.
Lo que pasó fue que te dijiste a ti mismo, ‘no me
gustó eso, así que me voy a sentir herido al respecto’. Y el
resentimiento sigue mientras continúes diciendo que estás
herido.”
                                                  —Eric Butterworth

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