“El universo opera por medio de
un intercambio dinámico… Dar y recibir son aspectos diferentes del flujo
de la energía del Universo.
Si estamos dispuestos a dar aquello que buscamos, mantendremos la abundancia del Universo circulando en nuestra vida.”
En realidad, practicar la ley del dar es muy sencillo:
Si
deseamos alegría, démosle alegría a otros; Si deseamos amor, aprendamos
a dar amor; Si deseamos atención y aprecio, aprendamos a prestar
atención y a apreciar a los demás; Si deseamos riqueza material,
ayudemos a otros a conseguir esa riqueza.
En
realidad, la manera más fácil de obtener lo que deseamos, es ayudar a
los demás a conseguir lo que ellos desean. Este principio funciona
igualmente bien para las personas, las empresas, las sociedades y las
naciones.
Si deseamos
recibir el beneficio de todas las cosas buenas de la vida, aprendamos a
desearle en silencio a todo el mundo, todas las cosas buenas de la
vida.
“Todo lo que
damos regresa a nosotros” y es verdad. Intentemos hoy dar algo positivo a
quienes nos rodean y veremos los resultados.
Se
habla del efecto boomerang, del dar para recibir. Todos comprendemos el
mensaje pero eso no alcanza. Es necesario practicar, cambiar,
transmutar. ¿Cómo? Tenemos que aprender sobre todo a cambiar decretos, a
imaginar de una manera diferente, a potenciar las buenas energías que
yacen en cada uno de nosotros.
“Actúa y piensa siempre sobre tus milagro como si ya tuvieras las condiciones que deseas.
Debes
estar abierto a las incitaciones internas emitidas por la fuente de
poder ilimitada cuando te da instrucciones sobre las formas de conseguir
lo que deseas. Date cuenta que la ley Universal tiene que hacer la
entrega en el plano físico, donde puedas utilizarla. El deseo de tu
corazón puede venir de cualquier parte, de modo que no limites tu campo
de expectación. Mantente abierto y flexible en todo momento.
Sonríe mucho: ¡El primer Milagro está en camino!”
-Stuart Wilde
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